Si copia tu frente
del río cercano la pura corriente
y miras tu rostro de amor encendido,
soy yo, queme escondo
del agua en el fondo
y loco de amores a amar te convido;
soy yo, que en tu pecho buscando morada,
envío a tus ojos mi ardiente mirada,
mi llama divina
y el fuego que siento la faz te ilumina.
Si en medio del valle
en tardo se trueca tu andar animado,
vacila tu planta, se pliega tu talle...,
soy yo dueño amado,
que en no vistos lazos
de amor anhelante te estrecho en mis brazos,
soy yo quien te teje la alfombra florida
que vuelve a tu cuerpo la fuerza y la vida;
soy yo, que te sigo
en alas del viento soñando contigo.
Si estando en tu lecho
escuchas acaso celeste armonía,
que llena de goces tue encendido pecho,
soy yo, vida mía...;
soy yo, que levanto
al cielo tranquilo mi férvido canto;
soy yo, que los aires cruzando ligero
por un ignorado movible sendero,
ansioso de calma,
sediento de amores, penetro en tu alma.